martes, 21 de octubre de 2008

Hoy martes día 21/10/08 mi grupo (Hanniel Beatriz y Alvaro) y yo (Ana María) hemos adelantado el dialógo casi lo hemos terminado.

jueves, 9 de octubre de 2008

Carta de Charlot a Maggie

Querida Maggie:
Te escribo para contarte como ha sido mi vida desde mi ida del campo a la ciudad (éxodo rural), que por cierto me encuentro en Inglaterra. Cuando llegué a la ciudad me quedé asombrado al observar cuanta cantidad de fábricas que había en la ciudad justo donde yo me encontraba. Supongo que todas las ciudades cercanas será lo mismo.
La verdad es que aquí hay mucha gente, el triple que en el campo. Aquí en Inglaterra cada día ves a más y más personas pero al que siempre veo es a mi vecino, por cierto te manda saludos y la esposa de él tiene muchas ganas de conocerte y yo de verte, la verdad es que te echo de mucho de menos, esto no es lo mismo sin ti. Mi vecino y yo nos levantamos muy temprano para ir a la industria en la que trabajo. Te explico que es eso de la industria, nosotros tenemos que fabricar productos para que haya actividad económica, visto así suena muy interesante pero la verdad es que no es así.

Trabajamos muy duro e intensamente con maquinismo es el predominante de la industria, al principio de mi incorporación al trabajo pensaba que era muy práctico pero me e dado cuenta de que ellas en ves de servir como ayuda mecánica organizada, nos maneja a nosotros. La verdad es que es una situación muy mala porque tenemos que rendir lo mismo que ellas muy difícil para nosotros, conseguir su ritmo de trabajo.

La verdad es que aquí en la ciudad la gente tiene mucho estrés no es igual que allí en el campo que no tanta presión laboral. Sinceramente Maggie aguanto este ritmo de vida poco aconsejable por necesidad porque sino estaría ahora mismo contigo. Supongo que pensar en ti es lo que me hace aguantar.

El trabajo es completamente muy duro, estamos trabajando con u método de trabajo llamado taylorismo que consiste en que aumente la productividad y también está organizados en función de lo que hagamos, es una cosa nueva que aprendí en la ciudad, sino no estás de acuerdo con las condiciones de trabajo no puedes convocar una manifestación o huelga porgue está prohibida. Por cierto, ¿Te he contado que este país cuenta con abudante carbón?, con eso se mueve las máquinas de vapor.

El carbón se saca del petróleo, mi vecino me cuenta muchas cosas sobre este país. Los compañeros también me han enseñado lugares maravillosos a que ya sé donde llevarte cuando vengas a verme, cuando vayas a venir avísame para pagarte el billete del barco, espero que disfrutes el viaje y le sacas una foto al barco cuando suelte el vapor (es una navegación a vapor), al hijo del vecino le gusta mucho, también te presentaré a los demás obreros de la industria que trabajan duro como yo. Tampoco pienses que aquí todo el mundo es pobre, aquí hay burgueses, ellos invierten de manera tan abierta que parece que no tienen miedo al riesgo empresarial sobre todo se dedican a la búsqueda del beneficio. Mi jefe, un burgués, que intenta que haya mucha productividad, no para de llamarnos todo el día. El capataz, es mi superior, me tiene medio frito con sus exigencias me está agobiando duramente. Supongo que los jornaleros del campo estarán cansados, los entiendo, pero el modo de trabajo ha cambiado con eso de la revolución agrícola, con eso de las máquinas. Seguro que están como nosotros de agobiados por culpa de ellas.

Hay Maggie tengo tantas cosas que contarte… Una de ellas es que me gustaría comprarme un
automóvil, pero son carisimos, sólo se pueden permitir el lujo los burgueses que son los que tienen dinero.

Pensando yo ahora bien el otro día me reí un poco de un policía, aquí son muy estrictos.
Todo empezó cuando tuve un “pequeño” percanse en el trabajo la verdad es que me divertí, es uno de los momentos más graciosos de mi estancia aquí.

Bueno Maggi me encantaría seguir escribiendo esta cartayero me tengo que ir despidiendo, tengo que ducharme y cenar para irme a dormir, como comprenderás aquí es muy dura cuando trabajo.

En la próxima carta te seguiré escribiendo como es esto pero por ahora me tengo que despedir…
Piensa siempre en mi. Te quiero, no lo olvides.

CHARLIE CLAPIN.

viernes, 3 de octubre de 2008

Los hombres sabios aprenden con los errores que otros cometen; los tontos, con los propios.

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